El demante es un ex-empleado de Sony llamado Seijiro Tomita; según el abogado del demandante, Tomita presentó en
2003 a Nintendo esta tecnología, por lo que alega que se ha infrigido una
propiedad intelectual que según él le pertenece.
Lo que solicita el creativo es una cantidad compensatoria de 9,80 dólares
por cada 3DS vendida, una cifra que teniendo en cuenta que hay 29,84 millones
de videoconsolas en el mercado reportaría a Tomita casi 300 millones de
dólares.
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